LEICA M8: DIFERENTE
La Leica M8 pertenece al reducido grupo de las “telemétricas”. Su visor directo (con telémetro incorporado) la asemeja a una compacta y la posibilidad de intercambiarle objetivos la acerca a una réflex.
La serie M de Leica y sus objetivos Leica-M son el referente de calidad para cualquier fotógrafo, aunando robustez, precisión, calidad de construcción, longevidad..., es decir todo lo que podríamos pedir a una cámara de fotos.
Leica esperó casi cinco años desde la presentación de su Digilux 1 para introducir la tecnología digital en su serie M, posiblemente debido a las exigencias de calidad que Leica se marcó y creemos que la espera ha merecido la pena.
Diseño
Exteriormente guarda tal parecido con su antecesora “clásica” M7 que sería fácil confundirlas, únicamente apreciamos que la M8 ha “engordado” un poco, para alojar la generosa pantalla LCD y que ha perdido la palanca de arrastre de la película en favor de un interruptor.
La calidad de los materiales empleados es la de siempre: excelente. Baste decir que el cuerpo de esta cámara está realizado en una sola pieza de aleación de aluminio y magnesio. No olvidemos que está ensamblada en la factoría de Leica de Solms (Alemania), lo que significa un estricto control de calidad y comprobación de todos sus componentes, tanto mecánicos como electrónicos.
Se ha querido conservar, hasta el mínimo detalle, la estética de la M7, así para acceder a la tarjeta de memoria tenemos que “desmotar” la base del cuerpo de la cámara al igual que lo hacíamos para cambiar el rollo de película (sistema criticado, muchas veces, por su incomodad), y si miramos en su interior da la impresión de que Leica sencillamente rellenó los huecos de la M7 con los componentes electrónicos que exige la tecnología digital. Ahora, el lugar del contador de exposiciones de la M7 lo ocupa una pantalla de cristal líquido con información del espacio disponible de la tarjeta y estado de la batería.
El visor directo de esta cámara esta diseñado con el mismo cuidado y esmero como si de una óptica se tratase y adaptado al factor multiplicador que sufren los objetivos disponibles debido al tamaño inferior del CCD con respecto a la película fotosensible, de manera que el aumento es de 0,68x. El visor es por excelencia la pieza que distingue a la serie M del resto de las cámaras, lleva el telémetro incorporado y corrección automática del paralaje. Una de sus ventajas sobre el visor reflex de los equipos SLR es que su claridad no se ve afectada por el tipo de objetivo empleado, a lo que podemos añadir que al mostrar una cobertura mayor al 100% de la escena capturada facilita enormemente el encuadre y la captura de personas u objetos en movimiento al contar con información extra de los bordes de la escena.
La rueda de velocidades parte de 4 segundos y termina en 1/8000. Este es un cambio importante respecto del modelo anterior que tenía como velocidad más alta 1/1000 segundos, no tanto por la capacidad de congelar el movimiento en fotografía de “acción” sino porque ahora podremos combinar a pleno sol un f/2 con 1/8000 con el valor de ISO más bajo sin riesgo de sobreexposición. Todo gracias al nuevo obturador de alta precisión de cortinilla que substituye al clásico de seda engomada. Aunque es más silencioso que el de una SLR, no lo es tanto como el de su hermana M7, y el sonido lo hemos encontrado desconcertante, porque emite un chasquido después de realizar el disparo que nos hacia pensar que tenía un leve retraso en la respuesta o que era debido al rearme, la realidad parece que es otra y que se debe un dispositivo de frenado para atenuar en lo posible el ruido.
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La calidad de construcción de la M8 es incuestionable, en todos sus componentes se ha puesto el máximo esmero para lograr este refinado producto.
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Sensor de imagen
El captador de esta máquina es un CCD muy particular desarrollado por Kodak siguiendo las instrucciones de Leica. Provisto de una resolución de 10,3 millones de píxeles, su tamaño es de 18x27mm, no se trata de una medida al azar, al contrario, Leica busco la medida más apropiada para lograr el mejor rendimiento con las ópticas ya existentes en la serie M, teniendo en cuenta el diámetro de la montura y la distancia con el plano focal (semejante a la optimación mecánica buscada por Olympus con su estándar cuatro tercios a través del diámetro de montura de los objetivos, distancia del plano focal y posición del sensor, pero en el caso de Leica sometiéndose a los condicionantes de la montura de sus excelentes objetivos M). Es interesante recordar que el formato “tradicional” de 35mm fue en su día introducido por la propia Leica al doblar el tamaño de la película cinematográfica, dando lugar al extendido 24x36mm que permitió reducir considerablemente el tamaño de las cámaras fotográficas.
El sensor de la M8 merece una atención especial porque se distingue de los demás captores presentes en el resto de las cámaras digitales de cualquier clase:
1. Se ha buscado erradicar los habituales problemas de viñeteo y esquinas blandas habituales en el resto de cámaras de ópticas intercambiables “clásicas”, a través de microlentes situadas sobre cada uno de los píxeles y en función de la localización de éstos, con una especial atención a los situados en los bordes del captor.
2. Se ha reducido el espesor del vidrio protector del CCD, para conseguir el máximo rendimiento de los objetivos, minimizando así los posibles efectos de refracción de la luz.
3. Se ha prescindido del “filtro de paso bajo” (anti aliasing), para no ver mermada la nitidez que ofrecen los excelentes objetivos Leica-M, aún a riesgo de padecer las imágenes “moiré”. Aquí Leica ha sido valiente y leal a su principio de “respetar la luz”, porque el “filtro de paso bajo” merma la nitidez de las imágenes y la cámara lo compensa con una máscara de enfoque artificial.
La cifra de diez millones tampoco parece casual. Aunque podemos ver análisis comparando la resolución de un sensor de imagen con la de una película fotosensible, y algunos cifran en 12-14 millones la resolución que tendría que tener un CCD para igualar a un fotograma de 35mm. La experiencia nos dice que un modelo SLR de 6 millones puede competir sin demasiado complejo con otro SLR “clásico”, y si el digital tiene 8-10 millones está a la altura o incluso supera las posibilidades de hacer copias de gran tamaño y calidad frente a sus hermanas del rollo de película. La razón estaría que en la fotografía digital si está limpia de ruido podemos realizar grandes ampliaciones con buena definición aplicando un filtro de enfoque digital, mientras que el fotografía “clásica” en las copias de gran tamaño, por muy buena que sea la película, veremos el inevitable “grano”. Así las cosas, un usuario de la M8 podrá “estirar” sus copias tanto y más que con su antecesora M7.
Como en una M8 nosotros buscábamos la perfección total se nos ocurrió pensar que quizás le faltase un sistema automático de limpieza del sensor, semejante al introducido por Olympus en sus SLR digitales, pero Leica ha considerado que dadas las características especiales de una cámara telemétrica el acceso al sensor de imagen resulta mucho mas sencillo y por tanto su limpieza es una tarea mucho más fácil que en una réfles digital. Un razonamiento que nos parece correcto y acorde con el espíritu de este modelo, donde los mecanismos electrónicos siempre han sido los imprescindibles.
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Leica ha sido el fabricante preferido de los fotógrafos famosos que eligen el Blanco y Negro. Datos técnicos: Leica M8 - ISO 320 - 1/45s Modo: Monotono Foto de Ángel Pérez de León
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Ópticas
Es seguramente lo más atractivo de la serie M de Leica, no en vano los objetivos Leica M diseñados para estas famosas telemétricas son sencillamente las mejores ópticas del mundo, apuntando como único defecto su elevado precio.
El factor multiplicador es solamente 1,33x, facilitando enormemente la “interpretación” de la focal a la que se corresponde una óptica en la nueva M8, produciéndose un "salto" de focal. Así un 28mm en la M7 se convierte en aproximadamente un 35mm con la M8, un 21mm en un 28mm, un 35mm en un 50mm, un 90mm en un 120mm; por señalar algunos de los objetivos disponibles. Además la M8 admite todos los objetivos Leica-M de bayoneta sin necesidad de adaptador alguno.
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El nuevo obturador, que es capaz de congelar el movimiento por rápido que sea, sumado con factor multiplicador 1,33x que permite contar con un 120mm, hace que la fotografía de acción (difícil de afrontar con la la M7) resulte una tarea fácil ahora. Datos técnicos: Leica M8 + 90mm - ISO160 Foto de Ángel Pérez de León
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Proceso de imagen
La calidad de la imagen en cualquier modelo digital es fruto de la combinación de tres elementos: óptica, captador y proceso de imagen, y en este último tiene mucho que decir la calidad de los componentes electrónicos empleados, y sabemos que Leica viene colaborando con éxito desde hace bastantes años con Panasonic (podemos remontarnos al año 1992, recordemos la serie Minilux de "carrete"), así que intuimos que parte de la tecnología es de ese fabricante bajo el estricto control de calidad de Leica, así las cosas, estamos seguros que los componentes electrónicos están a la altura del resto de elementos de la M8.
Si queremos sacar el máximo partido de su CCD deberemos escoger el formato RAW, y es de agradecer que Leica se decantase por el RAW en el formato universal DNG, a diferencia de la mayoría de los fabricantes que usan cada uno su propio RAW con las consiguientes dificultades de interpretación en el proceso de revelado digital.
Las imágenes generadas en JPEG por la M8 con los parámetros por defecto (tal y como viene de fábrica) nos llama la atención por dos razones:
1. Enorme definición, que inicialmente asociamos con que la máquina aplicaba una “máscara de enfoque” abusiva, pero juzgadas las imágenes con más detenimiento las imágenes consideramos que la razón estaría en el rendimiento de los objetivos Leica-M y la ausencia del filtro de paso bajo unido al buen comportamiento CCD de Kodak.
2. Sombras ligeramente “aclaradas”, parece que Leica en su proceso de imagen ha realizado un esfuerzo para que en las áreas oscuras no se pierda detalle, intuimos que gracias a la amplia gama dinámica del sensor, imitando el comportamiento de la película fotosensible.
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La capacidad de recoger información de la Leica M8 invita a que la saquemos para afrontar fotografías en situaciones adversas. Donde otras cámaras pasan apuros la M8 nos sorprende. Datos técnicos: Leica M8 - JPEG (valores por defecto) ISO 160 1/750s
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Merece la pena ver este detalle de la fotografía superior, que se corresponde con el recorte enmarcado en color rojo, podemos apreciar la figura humana situada sobre el vehiculo de primer término y juzgar la elevada definición que ofrece esta cámara. En esta toma era de esperar que el color del cielo se perdiese, sin embargo no fue así y recogió el color plomizo que tenía. Con los valores por defecto en JPEG conseguiremos imágenes de elevado detalle y con un gran respeto por los colores reales.
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Lo dicho anteriormente nos lleva nuevamente a que un propietario de una M7 puede pasarse a la M8 con la garantía de que sin necesidad de complicarse con procesos de edición digital va a conseguir iguales o mejores resultados.
Valores de ISO y ruido
El valor de ISO con el que “arranca” esta cámara es 160, desmarcándose del resto de los modelos digitales, pero recordándonos un cifra muy común en la fotografía de carrete para el retrato, y podemos ascender hasta 2.500 ISO.
Este CCD de mayor tamaño que el habitual APS-C se hace valer y tiene un comportamiento muy bueno en lo referente al nivel de ruido, entregando imágenes limpias en el abanico comprendido entre 160 y 640 ISO, en 1250 ISO el ruido es aceptable y para que se haga notar tenemos que subir la sensibilidad a 2500 ISO.
Aquí se pone otra vez de manifiesto la calidad y buen comportamiento del captador de la Leica M8.
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El comportamiento del CCD de Kodak es excelente en cualquier situación. Datos técnicos: Leica M8 + 90mm ISO 640
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Una ampliación de la foto nocturna anterior nos demuestra que a ISO640 el ruido cromático sencillamente no existe.
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Conclusión
La serie M de Leica es un referente de calidad de construcción y buen funcionamiento, y la M8 esta a la altura de sus antepasadas analógicas. Con este modelo el propitario de una Leica M de soporte químico podrá pasarse al soporte digital con la seguridad de gozar de la calidad de imagen de siempre. Para un potencial comprador que no fuese usuario de equipos Leica M le diriamos que es una cámara más discreta que una réflex, con tanta o mayor calidad y con la posibilidad también de intercambio de objetivos, y en relación con estos últimos, simplemente, añadir que son las mejores ópticas del mundo.
Pero no todo van a ser alabanzas para este modelo, presenta muchos de los inconvenientes de la M7: es pesada, no tiene enfoque automático, el diafragma hay que ponerlo manualmente y el acceso a la tarjeta SD es tan "complicado" como lo era acceder al rollo de película en las anteriores Leica M. Pero pese a ello, nosotros después de utilizarla hemos llegado a la siguiente conclusión: !queremos una!, y aquí es donde se planea el único defecto que de verdad que le hemos encontrado, su elevadísimo precio, lo caras que son su ópticas y cualquiera de sus extras firmados por Leica.
Queremos dar las gracias a nuestro amigo y fotógrafo Angel Pérez de León por prestarnos su Leica M8.
César y Ricardo Salgado - FOTOBASICA.COM - 02.07.2007