12 millones de píxeles para una compacta.
La resolución de las cámaras compactas digitales alcanza ya la cifra de 12 millones de píxeles. Prueba de ello es el nuevo modelo que Panasonic presenta en su catálogo, la Lumix DMC-FX100, con el atractivo de su óptica zoom de 3,6 aumentos que equivale a un 28-100mm, a lo que tenemos que añadir el estabilizador de imagen Mega O.I.S. empleado con tanto éxito en modelos anteriores.
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Lumix DMC-FX100 Zoom equivalente a un 28-100mm Óptica estabilizada CCD tipo 1/1.7 12 millones de píxeles |
Esta presentación coincide casi en el tiempo con el anuncio de la nueva Casio Exilim EX-Z1200, dotada de un CCD de las mismas características, aunque el objetivo de esta Casio es el habitual zoom 3x, equivalente a 37-111mm, también con estabilizador de imagen mecánico.
Si nos remontamos en el tiempo observaremos que la Sony Cyber-Shot DSC-W200 fue anunciada a comienzos de este año coma la primera compacta digital con una resolución de 12 millones de píxeles efectivos.
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Panasonic Lumix DMC-FX100 |
Sony Cyber-Shot DSC-W200 |
Casio Exilim EX-Z1200 |
Curiosamente los CCDs de estas tres compactas (Lumix DMC-FX100, Exilim EX-Z1200 y Cyber-Shot DSC-W200) tienen exactamente el mismo tamaño 1/1.7. Así las cosas, mucho nos tememos que todas ellas comparten el mismo sensor de imagen fabricado por Sony. A lo que también podríamos añadir la característica común de permitir el uso de valores de ISO de 3200 e incluso 6400. En realidad la diferencia la pone la óptica y el proceso de imagen, salvando el diseño exterior.
Y nosotros nos formulamos una pregunta: ¿para qué tanta resolución?, y la respuesta que se nos ocurre es marketing, no deja de ser una política de mercado para tentar a un posible comprador, que pueda creer que más píxeles equivale a más calidad de imagen. Gran error, nosotros aseveramos que para una compacta con CCD de reducidas dimensiones mejor 8 que 12 millones de píxeles.
Aumentar el número de píxeles a costa de reducir su tamaño plantea diversos problemas que se traducen en imágenes de peor calidad, especialmente cuando la escena tiene elevado contraste: la zona de altas luces pierde detalle y las sombras se empastan perdiendo igualmente información. También se acentúan los problemas de viñeteo y aberración cromática. Además no podemos confundir la resolución que ofrece el CCD con la capacidad de leer detalle (resolución real), para entenderlo vamos a poner un ejemplo sencillo: si fotografiamos una carta de resolución (para comprobar la capacidad de leer detalle) con una cámara SLR de 8 millones y una de estas compactas de 12 millones de píxeles observaremos que sale ganando la cámara reflex, a lo que podríamos añadir mejor color, mayor contraste, etc.
Sinceramente esta política de mercado que se preocupa únicamente de aumentar la resolución de los nuevos modelos, como si se tratase de caballos de un motor pero sin preocuparse de su rendimiento, nos produce ganas de llorar. !Cuanto mejor sería que se afanasen e incrementar la calidad de los CCD de 7 ó 8 millones de las cámaras compactas!, para así poder ofrecernos además del formato JPEG un RAW con una profundidad de color de 12, 14 o incluso 16 Bits, esto si que seria útil y así la calidad una compacta no estaría tan lejos de su hermana mayor reflex.
Si los fabricantes leyesen esto posiblemente se defenderían diciendo que esa resolución añadida permite trabajar con valores de ISO impensables antes, pero la cruda realidad es que ese incremento de sensibilidad a costa de forzar el sensor nos ofrece imágenes de muy mala calidad y de menor resolución, la formula a emplear no deja de ser un sistema de interpolación que realiza el procesador de la cámara buscando despreciar los píxeles “ruidosos” en favor de los píxeles que ofrecen información real de color, eso explica que con los valores de ISO máximos no pueden ofrecernos archivos con la resolución completa del CCD. Y estamos seguros de que un CCD de 7 millones con los procesadores de imagen actuales y depurada electrónica ofrecería unas posibilidades de forzarlo a altas sensibilidades con unos resultados considerablemente mejores que contando con 10 ó 12 millones de píxeles.
Al final estaremos pagando más por un producto que no es mejor, que consume más energía, y que genera unos archivos con un “peso” (información digital) desproporcionado para su calidad y utilidad, obligándonos a adquirir soportes de mayor capacidad para almacenarlos. En resumen esos millones extras de píxeles se convierten más en un defecto (lastre) que en una virtud. Esta afirmación no se refiere desde luego a estos tres modelos en concreto, sino que la hacemos extensiva a las compactas actuales que inundan el mercado con una resolución de 10-12 millones de resolución (aquí podríamos hacer una salvedad con la Ricoh GX100 sencillamente porque ofrece la posibilidad de generar archivos RAW, mitigando así las limitaciones de un CCD de elevada resolución y pequeño tamaño).
22.05.2007 - César y Ricardo Salgado - FOTOBASICA.COM